Historia

Marta es una abogada de 30 años que trabaja en un prestigioso bufete de Santiago. Desde que se graduó hace tres años, ha dedicado lo mejor de su vida a su carrera profesional, asumiendo casos complejos y exigentes que le han reportado reconocimiento y satisfacción. Sin embargo, también le han generado una gran presión y alta carga de trabajo, que le han hecho descuidar otros aspectos de su vida, como su salud, familia y amigos.

Un día, Marta se levantó con un fuerte dolor de cabeza, náuseas y mareos. Pensó que se trataba de una simple migraña y tomó un analgésico para aliviar el malestar. Vistió con prisa y salió a la oficina, donde tenía una reunión importante con un cliente. Al llegar, se encontró con un ambiente tenso y hostil, su jefe le reprochó que había cometido un error en un informe y debía corregirlo de inmediato. Se sintió abrumada y angustiada, comenzó a sudar y temblar. No podía concentrarse ni pensar con claridad. Sintió que le faltaba el aire y que se le cerraba la garganta. Creyó que se iba a desmayar o morir.

En realidad, estaba bajo un ataque de pánico, una de las posibles consecuencias del estrés laboral. El estrés laboral es una respuesta física y emocional generada cuando las demandas del trabajo superan los recursos y capacidades de la persona para afrontarlas. Este puede afectar negativamente la salud, el rendimiento y el bienestar de trabajadores y trabajadoras; puede provocar diversos problemas, como ansiedad, depresión, insomnio, fatiga, dolores musculares, problemas digestivos, cardiovasculares o inmunológicos, entre otros.

Afortunadamente, Marta pudo recibir ayuda a tiempo. Una compañera de trabajo se dio cuenta de lo que le estaba pasando y le recomendó que tomara una cita conmigo para una atención por telemedicina. Le expliqué que el ataque de pánico era una señal de alarma, que su nivel de estrés era demasiado alto y que debía tomar medidas para prevenir y manejar el impacto negativo que estaba teniendo en ella. Le propuse un plan de intervención con la prescripción inicial de algunos remedios, asociados con estrategias de autocuidado y apoyo psicosocial, que le ayudaran a recuperar el equilibrio y la armonía en su vida.

Marta aceptó el plan que le propuse y se comprometió a seguir mis recomendaciones. Con el tiempo, logró mejorar su salud y calidad de vida. Aprendió a cuidar de sí misma, establecer límites, priorizar, delegar, comunicarse, relajarse, dedicar tiempo al ocio, expresar sus emociones, pedir ayuda y apoyarse en su red social. Marta descubrió que el trabajo no lo era todo, que era posible disfrutar de otras facetas de su vida, como la familia, los amigos, sus hobbies y sueños.

Marta se ha convertido en una persona más feliz, saludable y productiva, gracias a una atención personalizada, integral y de calidad.

Introducción

El estrés laboral es un problema de salud que afecta a millones de personas en el mundo, y que puede tener graves consecuencias para la salud física, mental y emocional de los trabajadores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es responsable de alrededor del 50% de las bajas laborales y de un alto costo económico y social.

El estrés laboral se produce cuando las demandas del trabajo superan los recursos y capacidades de la persona para afrontarlas, generando una sensación de desequilibrio, tensión y amenaza. El estrés laboral puede estar causado por diversos factores, como cargas de trabajo inadecuadas, falta de control, ausencia de apoyos, falta de habilidades, adaptación al cambio, deficiencias en la seguridad laboral o el acoso como las más frecuentes

En esta entrada, te voy a presentar algunas estrategias de autocuidado y apoyo psicosocial que puedes aplicar para prevenir y manejar el estrés laboral, basadas en la evidencia científica y mi experiencia como experto en salud mental, que ha ayudado a muchas personas como tú. Te invito a que sigas leyendo y que descubras cómo puedes mejorar tu salud y calidad de vida.

En esta sección, te voy a explicar algunas estrategias de autocuidado y apoyo psicosocial que puedes aplicar para prevenir y manejar el estrés laboral, basadas en la evidencia científica y mi experiencia que ha ayudado a muchas personas como tú.

Estrategias de autocuidado

El autocuidado se refiere al conjunto de acciones que realizas para cuidar de tu salud física, mental y emocional, y que te permiten mejorar tu bienestar y calidad de vida. Algunas de las estrategias de autocuidado que puedes implementar son las siguientes:

- Cuida tu alimentación: Una dieta equilibrada y variada te aporta los nutrientes y la energía que necesitas para afrontar el día a día. Evita el consumo excesivo de alcohol, cafeína, azúcar y alimentos procesados. Hidrátate adecuadamente y respeta los horarios de las comidas.

- Haz ejercicio físico: La actividad física regular ayuda a liberar endorfinas, las hormonas del bienestar te hacen sentir más feliz y relajado. El ejercicio también mejora tu salud cardiovascular, muscular y ósea, previene el sobrepeso y la obesidad. Elige una actividad que te guste, se adapte a tu nivel y disponibilidad; practica al menos tres veces por semana, durante 30 minutos como mínimo.

- Descansa lo suficiente: El sueño es fundamental para la recuperación física y mental, y para el mantenimiento de las funciones cognitivas, como memoria, atención y concentración, planificación y toma de decisiones. Procura dormir entre 7 y 8 horas cada noche, sigue una rutina de sueño que te ayude a conciliar el descanso. Evita el uso de dispositivos electrónicos, la exposición a la luz y el consumo de estimulantes antes de acostarte. Si puedes, haz una siesta breve durante el día, de no más de 20 minutos.

- Practica técnicas de relajación: La relajación te ayuda a reducir la tensión muscular y mental, regular tu respiración y ritmo cardíaco. Existen diversas técnicas de relajación que puedes aprender y aplicar, como la respiración diafragmática, meditación, yoga, mindfulness, visualización, música o masaje. Dedica unos minutos al día a relajarte, preferiblemente en un lugar tranquilo, cómodo, y sin distracciones.

- Disfruta de tu tiempo libre: El ocio es una fuente de placer, diversión y creatividad, que te permite desconectar del trabajo y recuperar energía y motivación. Busca actividades que te gusten y aporten satisfacción, como leer, pintar, tocar un instrumento, ver una película, jugar videojuego, etc. También puedes aprovechar para aprender algo nuevo o desarrollar una habilidad. Respeta tu tiempo libre y no lo inviertas en tareas laborales o domésticas.

- Cuida tu autoestima: La autoestima es la valoración que tienes de ti mismo, tus capacidades, logros y defectos. Una autoestima saludable te hace sentir seguro, confiado y respetuoso contigo mismo y con los demás. Para cuidar tu autoestima, reconoce tus fortalezas y virtudes, acepta tus limitaciones y errores, fíjate metas realistas y alcanzables, celebra tus éxitos y aprende de tus fracasos, sé asertivo, expresa tus opiniones y necesidades; trata de mejorar cada día.

Estrategias de apoyo psicosocial

El apoyo psicosocial se refiere al conjunto de recursos y de relaciones que te ofrecen ayuda, comprensión, afecto y reconocimiento, y que te permiten afrontar las dificultades y los desafíos de la vida. Algunas de las estrategias de apoyo psicosocial que puedes implementar son las siguientes:

- Comunícate con tu entorno laboral: La comunicación es esencial para establecer una buena relación con tus compañeros, tus superiores y tus clientes, y para resolver los conflictos y los problemas que puedan surgir en el trabajo. Comunícate de forma clara, honesta, respetuosa y constructiva, y escucha activamente lo que te dicen los demás. Expresa tus opiniones, dudas, sugerencias y quejas. Pide retroalimentación y orientación cuando lo necesites. Evita los rumores, críticas, juicios y las agresiones verbales.

- Colabora con tu equipo de trabajo: El trabajo en equipo te permite compartir tareas, conocimientos, experiencias y responsabilidades con tus compañeros; te hace sentir más integrado y valorado. Colabora con tu equipo de trabajo, aportando ideas, soluciones, recursos y apoyo. Respeta normas, roles, objetivos del equipo, reconoce el trabajo y mérito de los demás. Aprovecha las oportunidades de aprendizaje y mejora que te ofrece el trabajo en equipo.

- Busca el equilibrio entre el trabajo y la vida personal: El trabajo es una parte importante de tu vida, pero no la única. También tienes otras facetas, como la familiar, social, personal y espiritual, que merecen tu atención y cuidado. Busca el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, estableciendo límites, priorizando, organizando y planificando tu tiempo y actividades. No lleves tareas del trabajo a casa, ni te lleves los problemas personales al trabajo. Respeta tus horarios, vacaciones y días libres; dedícalos a lo que más te importa y hace feliz.

- Cultiva tu red social: La red social está formada por las personas con las que te relacionas y te brindan apoyo, como familia, amigos, vecinos, compañeros de aficiones, etc. La red social te ayuda a sentirte acompañado, querido y comprendido, y ofrece consejo, ayuda y consuelo cuando lo necesites. Cultiva tu red social, mantén el contacto frecuente y la confianza con las personas que te importan, participa en actividades y eventos sociales que te permitan conocer gente nueva y ampliar tu círculo. No te aísles ni encierres en ti mismo.

- Consulta a un profesional de la salud mental: A veces, el estrés laboral puede ser tan intenso o prolongado que puede afectar seriamente tu salud mental, y requerir de una intervención especializada. Si sientes que el estrés laboral te supera y que no puedes manejarlo por ti mismo, no dudes en consultar a un profesional de la salud mental y puedas recibir una atención personalizada, integral y de calidad que te ayude a identificar y modificar los factores que generan o mantienen el estrés laboral, sí como, desarrollar habilidades y recursos para afrontarlo de forma más eficaz y saludable.

Conclusión

El estrés laboral es un problema que afecta a muchas personas en el mundo, y que puede tener graves consecuencias para la salud, el rendimiento y el bienestar de los trabajadores. Sin embargo, el estrés laboral se puede prevenir y manejar, aplicando estrategias de autocuidado y apoyo psicosocial que ayuden a cuidar tu salud física, mental y emocional, y mejorar tu calidad de vida.

En esta entrada, te he presentado algunas de estas estrategias, basadas en la evidencia científica y mi experiencia profesional, que ha ayudado a muchas personas como tú. Te invito a que las pongas en práctica, y que compruebes por ti mismo los beneficios que te pueden aportar.

Recuerda que el trabajo es una parte importante de tu vida, pero no la única. También tienes otras facetas, como la familiar, social, personal y espiritual, que merecen tu atención y cuidado. Busca el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y disfruta de lo que más te importa y hace feliz.

Y si sientes que el estrés laboral te supera y que no puedes manejarlo por ti mismo, no dudes en consultar a un profesional de la salud mental, que te ofrezca una atención personalizada, integral y de calidad.

El estrés laboral se puede prevenir y manejar. Tú puedes prevenirlo y manejarlo. Solo necesitas cuidarte